*Todo había acabado tras haber estado preso del propio Carlos V,el Sacro Emperador,me había echo prometer lealtad hacia su Imperio,algo que no iba a cumplir ni en sus inimaginables sueños,pero estaba claro que tras lo acontecido en Italia por el propio Carlos V y tras ver como se saqueaba la propia ciudad de Roma.Era imposible no pensar en mi propio país,del cual todos mis sirvientes y leales se quedaron un tanto acomplejados de ver mi estado fisico.
Tras haber quedado preso en aquella torre,poco ya me reconocian a simple vista mi fisico había desmejorado mucho.Mientras a mis oidos me llegaban las fuentes del Rey Enrique cuyos principios eran de desposarse de su actual reina.
Tenía claro que aquello era el principio de algo un tanto cruel para la Iglesia,pero por otra parte yo no me podía meter en dichos temas,y más si era Ana Bolena,la cual tenía un buen recuerdo por ella.Era dificil no olvidarla tras su paso por mi corte.
Mis pensamientos se desconcentrarón tras la visita de uno de mis sirvientes*
-Mi señor,os ha venido a visitar el Embajador de Inglaterra tiene un mensaje de parte del Rey
-Hacerle pasar
*Observé como entraba el embajador y me hacía su leve inclinación ante mi,al parecer sus palabras fueron lentas pero penetrantes a mi espiritu.Al parecer el rey se interesaba por mi salud y me prometia una alianza si yo cumplia con apoyar su futuro matrimonio.Estaba claro que la experiencia vivida era incomparable con lo que el tenía en su corte por lo que sería una buena idea de avisarle.*
-Creo que sería una celebración en toda regla,tengo entendido que los ingleses preparais muy bien los alimentos y tras mi ultima visita no tengo ninguna incoveniencia
-Esta bien se lo hare comunicar a mi señor
*Observé como lentamente hacia de nuevo la reverencia y salia de mis aposentos,los cuales en mi cama estaba ocupada por mi amante,la cual me servia para mis juegos que no podia hacer con mi actual esposa,ademas tenía enterado de que ella poseia tambien de un amante...*