Bonito vestido... no, miento.

Aquí debería haber una presentación, elegante, quizá... es posible que con algo de... clase y un intento de demostrar cualquier estupidez. Pero no la hay, porque no la va ha haber, porque realmente no importa. Es posible que debiese hacer yo una reverencia, pero aunque creáis que me muestro insolente, no pienso bajar la cabeza ante nadie. Es posible que deba yo arrodillarme y por contra, le daré la espalda. No besaré el suelo por el que camina y jamás hablaré bien de usted que ahora me está leyendo. Puedo ser, mentirosa, eso no puedo discutirlo, quizá... algo viperina incluso, podría aceptarlo, ambiciosa y codiciosa, rencorosa y envidiosa, pero no te esperes un súbdito más. No te esperes benevolencia y mucho menos admiración. Espetare mentiras, cuchicheos y veneno, esperarte a la muerte y reniega de los ángeles. ¿Qué desea usted que sea hoy? Encerremonos con llave, hagamos temblar las paredes, gimamos de placer, saciemos nuestro instinto animal, pues, que más da, arderemos en el infierno, de todas formas.